Ya decía Calderón de la Barca que todos y cada uno de nosotros representamos un papel en el gran teatro del mundo y de la vida, y no tengo duda de que es así. A algunos les tocan papeles buenos y a otros un desastre y dentro de esos papeles hay quien es capaz de actuar bien y otros no tanto, pero todos somos actores-ciudadanos y normalmente solo interpretamos el papel de nuestra propia vida.
Después del actor ciudadano normal, está el actor-actor, tiene su personaje en la vida y una pléyade de personajes que va interpretando dentro del personaje principal, pero en su cabeza está todo completamente separado, no tiene que haber ningún tipo de alineación entre sus múltiples vidas.
Luego tenemos al actor-político que según mi forma de ver el mundo es otro actor, entonces como el actor-actor, tienes una vida privada y una vida pública separada, diferente, pero debe saber que en esa separación hay algunos aspectos más sensibles que otros. Puedes ir de ecologista y cogerte un avión privado para hacer 200 Km, puedes promulgar la abolición de la prostitución y al salir te coges un taxi y te vas a un burdel, puedes defender la sanidad pública y cuando te sale un forúnculo en el culo te vas a un hospital privado de lujo… sin problema
Pero hay amigo Errejón, te has metido en un partido que ha hecho bandera de una serie de ideas que tú no compartes, es decir, había mucha diferencia entre los personajes que interpretas y eso ha creado una disonancia que no has podido resistir.
A mí ya me explico mi abuelo que la carne es débil y mucho más la que está a una cuarta del ombligo, así que sin aprobar para nada lo que hayas hecho (no tengo muy claro que sucedió) y sin compartir en casi nada sus ideas, me alegro de que haya salido del armario (armarios hay muchos) para que pueda ser feliz el Errejón actor-ciudadano. Desde luego me encuentro sorprendido y admirado de su decisión de dimitir, cuando vemos casi a diario personajes de esta calaña que elegimos, que les pillan con el carrito del helado y aquí no dimite ni el Tato. ¡Suerte en los juzgados!
Siguiendo con el tema teatral, yo propondría unos Oscars a los mejores Actores Parlamentarios y desde luego para mí, mi candidato sería el Sr. Rufián (qué acertado apellido le puso el destino), es maravilloso escucharle de lo malo que es Madrid y los madrileños, de lo mucho que sufre él y lleva allí desde 2015, y ya veréis como se seguirá presentando como diputado para seguir en Madrid. ¡Un gran actor que han perdido las artes escénicas de este país, una lástima!.
Me da a mi que el amigo Errejón no ha sido el único de la “nueva política” que nos ha salido rana.
Como leía hace poco:
El que defendía el acceso a la vivienda, especulando con su VPO.
El que defendía los derechos de los trabajadores, teniendo su asistente en negro.
El que defendía pagar impuestos, haciendo una complementaria por que le pillaron evadiéndolos.
El que defendía vivir en Vallecas, en un casoplón de la sierra.
El que defendía el feminismo, acosando mujeres.
En fin . . .
Hola Isaac, muchas gracias por comentar. Aparte de lo que significa para mí me ha permitido verificar que los email funcionan 😉
Yo que también actuó en el teatro de la vida, muchas veces hago el papel de cínico, pero en el fondo soy un optimista que tiende a ilusionarse.
La nueva política ha sido una gran decepción/desiluión que creo que nos ha marcado. Pensé eso de que “España es diferente” y podrá conseguir en lo que otros han fallado, pero no, los nuevos políticos, son idénticos a los viejos políticos, pero con una capa más de hipocresía.