Se limpian los boquerones quitándoles cabeza, tripas y raspa central. Se echan a un colador grande. Ver notas con links a videos explicativos.
Ya en el colador se les echa una cucharada de sal gorda y con mimo se les frota para eliminar la sangre. Se echa agua y se lavan. Se repite la operación hasta que se vean limpios. Se dejan escurrir.
En un recipiente con tapa y que no sea de aluminio, se llena con un vaso de agua, el mismo vaso con vinagre y una cucharada de sal. En esta “piscina” han de entrar todos los boquerones limpios, si vemos que es insuficiente, repetir con la misma proporción el agua, el vinagre y la sal.
Se vuelcan los boquerones de uno en uno en la piscina retirándoles las aletas laterales..
Se tapa el recipiente y a la nevera.
Al menos 24 horas después (pueden estar dos días) se les retira este agua y se dejan escurrir.
Picamos el ajo.
En una tartera ponemos el aceite
Escurrimos los boquerones
Se van colocando tandas de aceite de oliva, boquerones, ajos.
Así sucesivamente hasta llenarla con todos los boquerones.
Siempre han de quedar cubiertos de aceite.
Se meten a la nevera y aguantan muy bien una semana y a veces más. Nosotros aquí lo que solemos hacer es congelarlos, eliminamos el anisakis y los tenemos disponibles para cuando los queramos tomar, en el congelador aguantan meses
Se escurren del aceite y ponen en un plato y se ponen por encima perejil (mejor si es fresco) picado. Se pueden servir con unas aceitunas manzanilla (con anchoa me gustan más) de decoración y con unas patatas fritas de bolsa.