Esta receta es un éxito y a pesar de que puede parecer cara la salsa tiene tanto éxito que basta comprar pan abundante para que más que en un aperitivo se convierta en un primer plato contundente. El único merito de esta receta en conseguir una ligazón de la salsa para que sea casi una crema, no debe quedar liquida completamente.La receta es para 4 personas, que da para un puñado de almejas a cada uno y unos cuantos barquitos en la salsa.
Raciones: 4
Ingredientes
- 500 gr de almejas. Intentar que sea buena no hace falta de carril pero si son gallegas mejor
- Una hoja de laurel
- Una cebolleta o media cebolla.
- Dos dientes de ajo.
- Un buen puñado de perejil picado.
- Medio limón.
- Un vaso de vino blanco que sea bueno.
- Dos cucharaditas generosas de harina de maíz
- Una cayena o un poco de chile para dar un toque de picante.
- Aceite.
Notas
- Atención si se usa cazuela de barro conserva el calor y la salsa puede desaparecer.
- Si en algún momento se espesa demasiado, añadir un poco de agua y dar un hervor todo junto para que se integren los sabores.
- Al loro con la cayena, si no quieres que pique mucho es mejor sacar la cayena antes de añadir las almejas. Esto es muy complicado, depende del picante que uses.
- Si se va a tardar un poco en comer ira espesando así que hay que dejarla un poco más clara.
Aunque he leído muchas cosas, como mejor están son recién hechas. - Yo no añado sal, hay gente que dice que prefiere un poco más salado, va en gustos.
Instrucciones
- Pasamos las almejas por debajo del grifo para quitarlas la suciedad que tengan
- Ponemos las almejas en agua con hielo y un puñado grande de sal para que se limpien unas dos horas.
- Picamos la cebolla y el ajo fino.
- Picamos el perejil.
- Ponemos un poco de aceite en la cazuela y pochamos la cebolla, cayena y laurel y dejamos que rehogue todo un rato hasta que la cebolla esté transparente.
- Añadimos el ajo y estamos muy pendientes para que no se queme.
- Añadimos el vino, el zumo de medio limón (que no caigan las pepitas) y un buen puñado de perejil y movemos todo. La salsa con el perejil debe quedar de un tono verdoso.
- Subimos le fuego al máximo para que hierva a borbotones y evapore le liquido y quede un poco... luego las almejas soltaran su propio líquido.
- Quitamos el agua de las almejas y las añadimos.
- Tapamos la cazuela y la agitamos de vez en cuando para ayudar a las almejas a abrirse.
- Al abrirse empezaran a soltar liquido.
- Cuando están todas abiertas, si la salsa está muy clara añadimos un poco de harina de maíz que habremos diluido previamente en un poco de agua (en un dedo de agua, añadimos dos cucharaditas bien llenas de harina, pretendemos que espese, no aguar la salsa).
- Cuando la salsa está cremosa, emplatamos y añadimos le perejil picado que sobra por encima.
- Servimos recién salido del fuego y ponemos al lado abundante pan :-). ¡Que aproveche!
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