Nuestra valoración
Una noche de verano decidimos acercarnos al restaurante Borg raices y alas, del que me estaban hablando bien varias personas y teníamos bastante claro que nos iba a gustar, ya que conocíamos lo que Carl Borg había hecho en el Probar…
Fue una cena para 2 personas y pedimos todo a compartir.
Lo que costó
💶 El coste de esta comida fue de 39€ por persona todo incluido y de 34€ por persona sin incluir las bebidas (vino, agua, cafés, cervezas, refrescos, copas…).
Lo que comimos
🍴 Empezamos con dos buñuelos de boniato que nos pusieron a modo de aperitivo, creo que por el motivo de que el restaurante estaba lleno y la cocina iba con retraso, así que decidieron entretenernos con este bocado original y rico. Un estupendo detalle.
🍴 Lo siguiente que vino a la mesa fue un tartar de salmón con salsa de mostaza y miel servido sobre un brioche de mantequilla. Delicioso.
🍴 Lo siguiente que pedimos fue lo que llaman estudio de calamar, que es un calamar que está hecho a la plancha y las patas y las aletas rebozadas; esto va servido con una salsa que está hecha con los interiores, la tinta y una picada de ajo y perejil bastante tradicional. El calamar a la plancha estaba muy bueno, pero el rebozado era una pasada, y lo mismo se puede aplicar a las salsas en el cual la picada de ajo y perejil me pareció soberbia, pero no me dijo gran cosa la salsa de la tinta. Un plato verdaderamente recomendable.
🍴 Mollejas con verduras que en este caso eran espárragos trigueros y ajetes. Buen plato.
🍴 A continuación vino una berenjena con salsa de pimienta que lo hace como si fuera un entrecot e incluso lo sirven con unas patatas fritas como si se tratara de carne. Un trampantojo que si bien no me pareció extraordinario, sí que me parece destacable el que haya platos vegetales en un restaurante que no sea vegetariano, buena iniciativa.
🍰 Aunque la verdad es que ya habíamos comido suficiente para una cena, ya sabéis que me gusta terminar con un postre, así que hablamos con Carl y le pedimos que nos dijera cuáles eran los postres más ligeros y nos sugirió esta naranja preparada, que verdaderamente está muy preparada. Sobre una base de calabaza con un profundo aroma a vainilla venía esta naranja cortada en trozos y osmotizada; sobre ella una galleta y pipas de calabaza garrapiñadas. Entiendo que puede sonar raro, pero el resultado final era ligero y delicioso
Lo que pensamos
🗨 Carl Borg, el cocinero, como su propio nombre da entender, tiene raíces suecas pero también españolas y su cocina refleja estos aspectos de su historia personal. Esto hace que la carta del restaurante Borg sea una carta muy diferente a lo que se suele encontrar por ahí y me parece un soplo de aire fresco en esta gastronomía que se mueve tanto por las modas.
🗨 No nos cobraron ni por el aperitivo ni por el agua, lo cual me parece verdaderamente genial, ya que esta moda de cobrarte por agua del grifo como si fuera agua mineral y de la buena, no la acabo de ver.
🗨 El orden de los platos no me pareció correcto, puesto que por mucho que la berenjena quiera imitar un entrecot, no lo es. No tengo claro si es un criterio del restaurante o si se vieron un poco obligados por las circunstancias de lo lleno que estaba.
🗨 En resumen, me gustó mucho el sitio por la originalidad de su carta, por un ticket sin sorpresas y unos precios razonables en los tiempos que corren; es decir, un sitio que no puedo dejar de recomendar.