En la primera parte de este artículo, hablamos sobre qué ver o mejor dicho, sobre lo que ví y lo que visité en mi último viaje y que lo puedo recomendar sin ningún tipo de dudas. Ahora le llega el turno a mi parte favorita de los viajes: la gastronomía.
Desayunando… tortilla
Centro Botín ✨✨✨✨✨
Cuando llegamos y antes de empezar nuestro tour turístico decidimos visitar este emblemático edificio y aprovechamos para tomar un café y un pincho de tortilla del que me habían hablado bastante bien. No fallamos.
Elegimos el pincho de tortilla relleno de atún con mayonesa, que es muy curioso porque encima de la tortilla ponen el atún con mayonesa y, por encima, una especie de capa de huevo muy fina para evitar que se reseque.
Estaba muy buena, aunque debo decir que yo prefiero una tortilla española convencional. A destacar igualmente el pan que acompaña la tortilla. El total, nueve euros, un precio mucho más que razonable.
A la tortilla le daría ✨✨✨✨, pero si añadimos el entorno, las ✨✨✨✨✨ son necesarias
Diluvio ✨✨✨✨✨
Fue el sitio elegido para tomar el desayuno, que en nuestro caso, consistió en un pincho de tortilla y en este caso los dos nos decantamos por la tortilla clásica de cebolla.
Nos gustó tanto que volvimos al día siguiente y tomamos la de bonito y la de jamón y alioli de miel, muy buenas las dos, pero al final, somos de sabores más clásicos.
Sitio muy recomendable para desayunar como un cántabro, un pincho de tortilla con un café.
Azabache ✨✨✨✨✨
Situado en Monpia, llegamos aquí por proximidad al hotel, desayunamos el primer día y volvimos al día siguiente para comprobar el nivel tan alto que tenían. Tomamos la normal y la de bonito, excelentes las dos.
El sitio es un restaurante y es bastante grande y no sé cómo estarán el resto de las cosas, pero la tortilla de primera.
Restaurantes
Restaurante Gele ✨✨✨✨✨ €€ (25 – 50€ por persona)
Este restaurante no era nuestra primera opción, pero entre vacaciones (curiosamente en septiembre cierran muchos restaurantes) y días de cierre, nos decantamos por este lugar con buenas críticas en Internet. No pretendíamos comer mucho, pero al llegar vimos un menú degustación que nos gustó mucho, así que decidimos pedirlo.
El menú consistía en tres entradas: cecina, ensalada de bonito y un pastel de puerros. A destacar una ensalada espectacular, sobre todo por una cantidad de bonito sobresaliente y artesano; excepcional.
Como platos principales llegaron rape con tinta de calamar y medio entrecot por persona con salsa de queso de Treviso. Muy ricos ambos platos, pero esa salsa… ¡para comerse un cubo solo con pan!
De postre una especie de pastel de manzana asada que era acompañado de un sorbete de cava con limón.
Por si fuera poco, por 46 euros incluye pan y una botella de vino o bebida a elegir (no sé si incluye café porque no tomamos).
Sí a lo anterior añadimos un servicio amable y eficiente y unas cantidades generosas en las raciones… pues eso, que salimos encantados.
Hermosa de Alba ✨✨✨✨✨ €€ (25 – 50€ por persona)
Tras dar un espectacular paseo por el Palacio de la Magdalena y la playa del Sardinero nos dirigimos a este restaurante sin tener una reserva. Nos acomodamos en la barra, nos dieron la carta y les dijimos que nos pusieran lo que quisieran. Nos preguntaron si comíamos de todo: carne, pescados, crudos, etcétera a lo que respondimos que sí y empezó el espectáculo.
Empezamos con un tartar de gambas blancas sobre lima (correcto sin más), seguido por un ravioli de pollo asado con langostino y salsa de marisco… verdaderamente espectacular.
Todo lo que vino a continuación estuvo igualmente maravilloso: panipuri de steak tartar, canelón de bacalao club rainero, cuco (un pescado local) con una salsa espectacular y un atún con salsa de cebolla que confirmó la maravillosa comida que habíamos tenido.
No pudimos con postre, queríamos salir por la noche a dar una vuelta y picar algo y desde luego si tomamos postre ya sabiamos que no podríamos.
Dos chicas nos atendieron muy amablemente; aunque a una le costaba hacerse oír porque hablaba bajito… ¿Quizás era parte del ambiente íntimo? 😊
Todo esto por treinta y siete euros por persona, francamente genial, de las mejores experiencias en estas vacaciones y las hubo muy muy buenas.
Taberna Santoña ✨✨✨✨
Es una taberna tradicional de barra, mesas altas y banquetas duras e incómódas de madera. Ofrece embutidos, laterío y mariscos que fue por lo que nos decantamos nosotros.
Excelentes navajas, muy buenos mejillones y bígaros (caracolillos), pero unas rabas bastante mediocres.
Adecuado para picoteo rápido (lo veo más de cenas que de comidas) con buen producto y precio económico.
La Dársena de Suances ✨✨✨✨✨ €€ (25 – 50€ por persona)
Sin conocerlo de nada me dio buen pálpito y allá que fuimos. Sitio elegante, manteles, servilletas, lencería, amplitud de las mesas, perfecto para disfrutar.
Pedimos a compartir unas muy buenas navajas y unas zamburiñas de quitarse el sombrero. Seguimos con unas almejas a la sartén donde concluimos que las almejas no nos gustan demasiado, que lo que nos gusta es la salsa, así que pídelas a la marinera. Cerramos lo salado con un calamar de bahía a la plancha, muy bueno.
Lo dulce fue una tarta de queso, muy rica.
Muy recomendable, no es económico, pero para lo que ofrece, precios contenidos. 42€ por persona sin contar bebidas.
Burdo en Liencres ✨✨✨ €€ (25 – 50€ por persona)
Es un restaurante, grande, moderno, muy bien montado y acogedor a pesar de sus dimensiones. El sitio me da muy buenas sensaciones y tengo la impresión de que tuvimos mala suerte y/o no fue el día adecuado, pero uno debe valorar lo vivido y no las expectativas. Me explico…
Éramos cuatro comensales y pedimos unas estupendas rabas y unas piparras fritas fuera de carta. Aquí empezó el problema: las piparras picaban mucho (dos de cada tres eran imposibles de comer). Lo mínimo sería advertirlo al pedirlas, pero cuando dejamos dos tercios del plato intactos, el camarero actuó como si no fuera asunto suyo. Este tipo de actitudes me enciende todas las alarmas.
Llegamos al rodaballo salvaje para cuatro a la brasa. Poco hecho, cuando lo empezó a limpiar debería habérselo llevado para hacerlo más, pero no sin esfuerzo saco los filetes. Quizás una ajada, un poco de aceite-limon, hubieran ayudado, pero no soy cocinero… El producto me pareció de primera, una pena que no estuviera bien rematado a nuestro entender.
Acabamos con una tarta de chocolate y queso, que nos llamó la atención, pero no me gustó (esto es cosa personal, nada del restaurante), se queda a mitad de camino de los dos productos … pídete la de queso normal.
45€ por persona con bebidas, pero sin vino. Precio muy correcto si todo hubiera estado bien, pero no salí enfadado por lo pagado, sino por no haber disfrutado como esperaba.
La cigaleña ✨✨✨✨ €€€ (50 – 80€ por persona)
Me habían recomendado este restaurante por activa y por pasiva así que no hubo más remedio que visitarlo. Para cuatro elegimos todo a compartir:
Fuera de carta pedimos unos excelentes níscalos guisados, unos tacos de bonito encebollado igualmente excelentes y un chuletón de 1,2kg , rico.
De postre una tarta fea (fea pero muy buena) y una tarta de queso, en la media.
Es un sitio muy tradicional, modernizado, donde han quitado manteles y servilletas para poner una mesa de madera nueva, sin plato para el pan ni reposa cubiertos. Mal…moderno pero poco higiénico.
Fue el restaurante más caro que he visitado en este viaje y si bien a los platos no se les puede poner pega alguna, ni la calidad del producto, ni el confort, ni la cantidad de las raciones, me parece que justifique esa diferencia con respecto a otros restaurantes de la zona, pero comer bien, vas a comer muy bien.
Laila ✨✨✨✨✨ €€ (25 – 50€ por persona)
Fuimos a este restaurante por recomendación de nuestra hija y la verdad fue un acierto maravilloso. Tienes un menú degustación muy completo por 55€ por persona sin bebidas, pero como era una cena decidimos pedir a la carta.
Como aperitivo con el pan (cobrado aparte) nos pusieron una tácita de salmorejo y una croqueta de mejillón.
Una ensalada de bonito en escabeche ligero, excelente y abundante y unos buñuelos de bacalao igualmente muy ricos.
Media de bacalao con callos, magnífico. Otros comensales pidieron media de rape sobre fondo de fideuá, igualmente excelentes.
Acabamos con un canelón de ropa vieja por persona, muy ricos, pero no tanto como el pescado.
Acabamos con un tiramisú y unas torrijas, muy ricas ambas propuestas.
Precio final: 40 € por persona con una botella de vino incluida. Es un sitio al que vale la pena ir aunque te quede algo lejos… además está ubicado en el hotel Alcamino, ideal para darte un homenaje gastronómico sin preocuparte por volver a casa después.
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