Nuestra valoración
Por fin pude visitar el restaurante Plegat con un grupo de amigos, donde disfrutamos de su menú de degustación. El menú de degustación consta de 3 entradas a elegir por el chef, un plato principal que elige uno mismo de la carta y un postre también elegido por el chef. O sea, aquí uno viene a comer (casi) lo que quiere… el chef. ¡Y bien que hace, porque acierta más que nosotros!
Lo que comimos
🍴 Nuestro menú comenzó con un pan de espelta con una deliciosa mantequilla de morcilla de pinoso. El pan, sabroso, de sabor intenso, de los que están de moda ahora. También vino una lubina curada muy original y sabrosa. Hoy tenemos la costumbre de únicamente curar pescados azules, pero la verdad es que esta técnica también da buenos resultados con pescados blancos.
🍴 Anchoa sobre brioche y papada ibérica. Está muy de moda esto de los brioches con algo encima y no siempre me acaban de convencer, pero he de admitir que este bocado me reconcilió con la repostería que se ha metido de okupa en los entrantes salados.
🍴 Mejillón de bouchot con escabeche de pollo. Bouchot es una zona de Francia donde se produce un mejillón pequeño, fino y sabroso y que goza de una gran reputación como producto gastronómico. El plato me gustó aunque el mejillón apareció en modo “figura misteriosa” y a mi gusto le faltó un poco de presencia.
🍴 El siguiente plato fue bastante sorprendente: tartar de salchicha de pinoso con yema curada y mostazas. Si me hubieran dicho que me tenía que comer una salchicha cruda, habría puesto cara de “esto es una cámara oculta”, pero la realidad supera a la ficción… y el sabor supera al prejuicio. Benditos experimentos bien hechos.
Como el principal era elegir, hubo un poco de todo y aquí os dejo los detalles:
🍴 Salmonete en caldero. Presentación muy chula y el salmonete de un tamaño notable. El plato me gustó, pero el día que reparta favoritismos, a este lo dejo de suplente en mi próxima visita.
🍴 Raya en salsa de mantequilla. Me pareció una exquisitez con una salsa deliciosa.
🍴 Arroz de atún de almadraba. De sabor intenso, me pareció que estaba riquísimo.
🍴 Abanico de cerdo ibérico con salsa de pimientas. Este fue el plato que me pedí yo y debo decir que mi opinión fue evolucionando a lo largo del plato; empecé en modo “ummmh” y terminé en modo “venga, venga, quiero más”, a cada bocado, más me gustaba.
🍰 De postre nos pusieron un flan con chantilly de algarroba que estaba verdaderamente excepcional. Y eso que no soy mucho de postres, pero este me fue conquistando en cada bocado. Si vas y no lo pides, cuando se corra la voz, te irán señalando por la calle.
🍰 Para acompañar los cafés nos pusieron un trocito de teja y una pequeña trufa. No por ser algo habitual en este tipo de restaurantes hay que dejar de apreciar estos detalles con el comensal.
🍷 Para beber tomamos La Escribana, un vino tranquilo, elaborado con la variedad Palomino por la bodega Luis Pérez en Jerez. Si bien no me sorprendió tantísimo como la primera vez que lo probé, sí que es un vino que me gusta mucho, muy muy adecuado para una comida tan variada como esta.
🍷 De tinto tomamos el que nos recomendó David, una Mencía en estado puro. Aquí hubo de todo menos consenso, como en los grupos de WhatsApp familiares: para algunos maravilloso, para otros “más Mencía, menos alegría”. Si eres de los primeros, adelante; si eres de los segundos, hay opciones.
🍷 Para los postres David nos sirvió media copita de Barbeito, una malvasía de Madeira que es verdaderamente una pasada. Eso sí, media copita… para que no se dispare la cuenta y salgas bailando fados.
Lo que pagamos
💶 El total subió a 77€ por persona, que viene a ser lo que cuesta un restaurante de estas características en Alicante. Si quitas la parte líquida, el menú en estos momentos marca un precio de 58€ que incluye el pan, pero no incluye bebidas. También en la media, por lo que ofrece desde mi punto de vista una buena relación satisfacción precio. Yo creo que si vas más o menos a menudo, será más influido por los cambios la carta que por el coste final.
Lo que pensamos
🗨 Las caras visibles del Plegat son Nanin Pérez en la cocina y David Rabasa, con una amplia experiencia profesional de los mejores restaurantes de la zona. Con este dueto, si algo sale mal, es porque te levantaste con el pie izquierdo.
🗨 La carta no es demasiado amplia, pero los platos son originales. La idea, por lo que me comentaron, es irlos cambiando algunos de ellos con cierta frecuencia de manera que no te veas obligado a comer lo mismo cada vez que vas.
🗨 A mi gusto personal, un posible “pero” al menú de degustación es que yo hubiera preferido dos medias raciones en lugar de un plato “entero”, incluso si estos son también elegidos por el chef. Me imagino que algo así debe complicar bastante las cosas en cocina.
🗨 La carta de vinos al estilo de las cartas de este tipo de restaurante: una oferta controlada, vinos originales y precios tirando por arriba (para que recuerdes que la experiencia también puede incluir una subida de adrenalina al mirar la cuenta), pero también con vinos por debajo de los €30.
🗨 La reforma del local le ha dado un aire mucho más elegante, un sitio muy agradable. De hecho, entré buscando el antiguo restaurante Raim y tuve que comprobar dos veces el GPS del móvil 😊.
🗨 He estado dudando si darle las 4 o las 5 estrellas y al final me decanto por las 5, Más como una promesa de futuro Que como una experiencia que he tenido. Estoy absolutamente convencido de que con un poco más de rodaje, Plegat y su equipo de grandes profesionales, dará que hablar en la ciudad.
🗨 En fin, un nuevo sitio, que se une a la lista no demasiado amplia de restaurantes de buen nivel gastronómico y al que doy la bienvenida desde esta humilde página. No es un secreto que necesitamos más lugares así para poder presumir de vida social bien alimentada.
Las fotos
El video
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El Podcast
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