La tradición nos dice que el cochinillo debe asarse en el horno únicamente acompañado de agua y sal y, si es posible, que el horno sea de leña para que su sabor sea aún más exquisito. Aunque, en realidad, este requisito no es imprescindible y puede hacerse en un horno eléctrico.
Raciones: 4
Ingredientes
- Cochinillo Ver notas la pie de esta receta
- Ajos
- Tomillo y/o romero
- Vino blanco
- Agua
Notas
- Un cochinillo que esté bien no debe ir más allá de los 5 kg, lo ideal es sobre los 4 kilos, si pasa de ese peso normalmente va a tener un exceso de grasa.
- Con medio cochinillo comen con él perfectamente 4 personas, tampoco te recomendaría reducir de esa cantidad, ya que como no se hace con frecuencia, se suele coger con ganas y se come más de lo habitual.
- Si no te cabe en el horno porque tienes un horno normal no te rompas el coco y trocéalo. Haz los trozos más grandes posibles, más que nada por la presentación.
- Es muy importante que el cochinillo no esté sumergido en el líquido, pon cualquier cosa que te permita levantarlo/alejarlo.
- Y enlazando de nuevo con lo anterior, es importantísimo que la bandeja dónde estáis asando siempre tenga líquido, no dejes que se te seque.
Instrucciones
- Cogemos el cochinillo y lo colocamos en la fuente de horno sobre unas tablas sobre una panera, cucharas de madera o sobre cualquier objeto que le permita estar un poquito alejado del fondo. Sobre lo anterior ponemos un papel de horno.
- Ponemos el cochinillo con la tripa hacia arriba y secamos muy bien todo con papel de cocina.
- Salpimentamos generosamente
- Añadimos encima unos ajos (3 ó 4) con la piel, a los que habremos dado un golpe y unas ramas de tomillo romero o alguna hierba que tengáis.
- Tapamos con papel aluminio las pezuñas, las orejas y el morro, para que no se tuesten demasiado en el horno y se puedan comer; a nosotros nos gustan mucho.
- En el fondo de la cazuela añadimos un vaso de agua y medio vaso de vino blanco; cómo indico en los apuntes, es importante qué haya líquido, sé generoso.
- Metemos al horno a 180 grados que ya estará previamente precalentado.
- Sobre la hora el cochinillo estará listo para darle la vuelta. El color nos lo dirá, la piel tiene que estar ya bronceada y en el interior se habrán formado unas bolsas de agua de su propio jugó y del líquido que hay. No dejes de mirar cada 15 minutos o así que hay líquido suficiente
- Si no tenemos claro si está ya o no, podemos pinchar en una zona gruesa, saldrá un poco de líquido y este debe ser blanquecino o transparente, ya que si sale con un tono rojizo significa que el cochinillo todavía no está hecho, hay que meterlo un poco más al horno.
- Sacamos el cochinillo del horno y con cuidado le damos la vuelta; sé prudente, no es una tarea fácil, puesto que todo está muy caliente y te puedes quemar con facilidad.
- Con un palillo, una aguja gruesa o similar, pinchamos la piel del cochinillo. Veremos que salen pequeños hilos de líquido, si es así todo va perfecto.
- Seguramente se habrá evaporado bastante líquido el que has puesto al principio así que tienes seguramente tienes que poner más, como ya he dicho es importante que nunca se quede seco el recipiente aunque si debe estarlo el cochino.
- Si se te ha quedado algún trozo de piel pegado a la bandeja de horno (si has puesto papel de horno es muy poco probable), despégalo con cuidado e intenta ponerlo en su sitio.
- Déjalo reposar unos 5 minutos, sécalo perfectamente con un papel de cocina.
- Coge un pincel de repostería o similar y extiende un poco de aceite por toda la piel. Esto hará que se ponga crujiente y se despegue de la carne.
- Mete en el horno y sube la temperatura a 220 o 250 grados, ahora queremos que se tueste bien, puesto que el cochinillo ya está practicamente cocinado.
- En unos 15 minutos la tarea ya está realizada y la piel del cochinillo aparecerá tostada y crujiente. Durante este periodo a la piel le irán saliendo ampollas, no puedes perderlo de vista porque de tostado a quemado pasa en un par de minutos y tanto esfuerzo y tanto dinero, para perderlo en 2 minutos, es demasiado.
- Cuando este apaga el horno y abre la puerta del mismo. Lo puedes dejar reposar unos cuantos minutos y a continuación a la mesa.
- A mí me gusta acompañarlo y unas patatas a lo pobre y una ensalada verde tradicional: lechuga, tomate y cebolla.
- Que aproveche
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