Nuestra valoración
Andra Mari, restaurante vasco que lleva cerca de cuatro décadas en Campello haciendo muy bien lo suyo: cocina tradicional, producto de temporada y ese ambiente de “como en casa” que tanto echamos de menos. Aquí no hay trampa ni cartón: se viene a comer bien y punto.
Lo que comimos
🍴 Mientras calientas motores, el aperitivo corre por cuenta de la casa: unas almendras muy ricas, de hecho la foto la hice cuando el plato ya estaba a la mitad.
🍴 Comenzamos con un foie casero relleno de membrillo, acompañado de mermeladas que cumplen más un papel decorativo que gustativo. El sabor limpio del foie habla por sí solo; el pan tostado, en su punto, lo acompaña sin robarle protagonismo, no me acaban de convencer esos panes tan especiados o dulces que muchas veces se usan de acompañamiento.
🍴 Le siguieron dos gildas caseras, de esas de aceituna grande, piparra dulce y anchoa Champions League. No son las mejores Gildas de mi vida, pero desde luego se nota el producto bien elegido y elaborado con cariño.
🍴 A continuación, un cogote de merluza, porción generosa y, a mi gusto, un puntito de más de cocción, pero perfectamente escoltado por pimientos, patatitas y ese aceite con la chispa que le da la guindilla, que alegra sin avasallar.
🍴 Y llegó el momento estrella: bacalao en tres versiones —pil pil, vizcaína y club ranero—. Un auténtico máster en salsas vascas. El club ranero se lleva la matrícula en esta ocasión, con su punto justo de ajo y guindilla; los otros dos rozan la perfección. En conjunto, cocina tradicional bien entendida.
🍰 De postre, goxua, presentado en forma de tarta. Sin excesos: dulce, equilibrado y perfecto para cerrar una comida que deja el paladar satisfecho y el cuerpo preparado para la siesta.
🍷 Además de la inevitable cerveza inicial y el agua, elegimos una botella de TRIGA Chardonnay, un vino que me suele tentar con frecuencia. La carta de vinos, bien pensada y con precios ajustados, hace imposible decirle que no.
Lo que pagamos
💶 La cuenta para dos personas ascendió a 121 euros, es decir, unos 60 euros por cabeza. Sin las bebidas, la cosa se queda en 42 euros por persona, un precio que, aunque pueda parecer elevado, es más que razonable teniendo en cuenta la calidad de los platos elegidos, el mimo con el que lo preparan… y que elegimos de los platos más caros de la carta.
Lo que pensamos
🗨 Hay sitios en los que da gusto pagar la cuenta y Andra Mari es uno de ellos. No es la cocina de pirueta ni del ingrediente de laboratorio, sino platos de toda la vida bien hechos, con materia prima de primera categoría y ese punto de oficio que solo dan los años (y aquí van casi 40).
🗨 El ambiente ayuda a meterse en situación: salones recogidos, bien insonorizados, mantel y servilleta de los de verdad, cristalería de calidad, atención clásica pero atenta… Un sitio pensado para disfrutar sin prisas y sin ruidos.
🗨 Da gusto ver cómo la tradición se mantiene viva y, además, con relevo generacional: dos jóvenes en sala que saben lo que hacen … Ojalá se queden mucho tiempo, porque es el tipo de pequeño detalle que mejora mucho la experiencia.
🗨 La bodega, sin volverse loca con experimentos ni con rarezas, apunta a lo clásico y seguro, con precios que, ojo, están en la media baja de Alicante. Te será fácil encontrar algo que se adapte a tu gusto y a tu presupuesto.
🗨 Al estar ubicado en El Campello, el aparcamiento no es trivial pero se puede aparcar con facilidad en algunas de las calles cercanas al restaurante. Los fines de semana aconsejo reservar así como el período de alta afluencia turística, es decir Julio y Agosto. Para más detalles actualizados, consulta el mapa al final de esta página.
🗨 Andra Mari es ese clásico que funciona, que gusta, y del que sales preguntándote por qué no lo visitas más a menudo. Todavía no tengo la respuesta, pero después de esta comida pienso volver mucho antes.
Las fotos
El video
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