Nuestra valoración
Un grupo de amigos decidimos juntarnos para comer y en esta ocasión el restaurante seleccionado fue Alba, un establecimiento en el que ya habíamos estado anteriormente, del que salimos muy contentos y al que teníamos ganas de volver a visitar lo que fue la excusa perfecta para salir de casa.
Lo que costó
💶 Se me olvidó hacer una foto del ticket, por lo que no puedo dar los detalles de todos los precios, pero sí puedo indicar que el precio final fue de 55€. Elegimos el menú de degustación, que tiene un coste de 35€. Hay que mencionar, en honor a la verdad, que como íbamos con unos amigos de la pareja propietaria (Alba y Michel), tuvieron la amabilidad de invitarnos a una entrada que no forma parte del menú. Un detallazo que nos hizo sentir VIPs.
Lo que comimos
🍴 La comida comenzó con el servicio de unas bandejas de pan, así como unos pequeños cuencos con aceite de oliva. Los panes eran de dos tipos y ambos muy ricos. Ideal para entretenernos mientras esperábamos lo bueno.
🍴 A continuación, llegaron las alcachofas, mollejas y ricota. Estaban buenas, pero no generaron entusiasmo entre los comensales.
🍴 Lo siguiente que nos sirvieron fue una especie de montadito que contenía queso trufado, anchoa y pastrami. Indicar que el bocado con esa mezcla de sabores y texturas estaba bueno, pero a mí me faltó distinguir cuál era el ingrediente principal, un musical de sabores sin un claro protagonista.
🍴 La última entrada que nos sirvieron fue un bacalao con ajo blanco y manzana. Por la foto ya podéis ver que la presentación es impecable, pero además hay que decir que el plato es fantástico: un bacalao en su punto perfecto de sal, un ajo blanco deliciosamente delicado y, por último, unos trocitos de manzana que le dan una acidez que a mí me gustó mucho, aunque no a todos los comensales. Sin duda, repetiré cuando vuelva, si no antes en mis sueños.
🍴 De los dos principales que incluye el menú de degustación, el primero fue una carbonara de las de verdad, para quitarse el sombrero. Nada, pero cuando digo nada, es que no tiene nada que ver con esas carbonaras hechas con nata. Una auténtica oda a la carbonara.
🍴 El siguiente principal fue un secreto ibérico acompañado de coles de Bruselas que, si bien estaba muy rico, no resultó sorprendente. Rico, pero no como para tirar cohetes.
🍰 De postre tomamos el tiramisú al estilo de Alba y a mí se me quedó un poco corto de sabor, ni noté el sabor del café ni tampoco el licor (Amaretto) que suele tener este plato, un tiramisú en modo zen, sin estrés de sabores. Aceptable, pero quizás el plato más flojo de la comida.
Lo que bebimos
Para beber, le pedimos a Michel que nos aconsejara los vinos sin que tuviéramos que pedir una hipoteca para pagarlos. El resultado fue el siguiente:
🍷 Finca Collado, hecho con chardonnay y moscatel, un vino sencillo y correcto.
🍷 Parajes del Valle, una monastrell de Jumilla a mi entender demasiado ligera, sin carácter.
🍷 Como el anterior no nos gustó mucho, rematamos la comida con un vino llamado Altos de Valdoso, un crianza de Ribera del Duero que cumplió perfectamente con su papel. Para mí, el mejor de la selección.
🍷 Aparte de lo anterior, también hubo aguas, cervezas y, por supuesto, los cafés para algunos comensales.
Lo que pensamos
🗨 El local es acogedor y le han hecho una pequeña reforma intentando resolver el problema del ruido, ya que había mucha reverberación. El cambio, sin conseguir un resultado perfecto, se nota. Ahora puedes mantener una conversación con tus compañeros de mesa y no con tus vecinos.
🗨 Creo que es un restaurante donde pueden salir satisfechos los paladares que buscan sabores más tradicionales, así como aquellos a los que les gusta un toque más moderno, siempre teniendo en cuenta que la base de la cocina es italo-española, es decir, sabores mediterráneos; no esperes encontrar aquí ni kimchi, ni ras-el-hanout, ni wasabi, por ejemplo. Aquí no hay pasaporte para la comida de lejanos lugares.
🗨 La carta de vinos es muy amplia y está organizada (en una tablet) por características del vino, un planteamiento muy interesante. Los precios están por encima de la media, lo cual se puede justificar por la oferta que tienen. Eché en falta vinos italianos de precio “normal”.
🗨 Sobre las cantidades del menú, me parecieron correctas. Yo quedé muy satisfecho, pero me queda la duda de si con dos entradas me hubiera sentido lleno. Nunca lo sabremos, pero si eres de buen comer quizás pedir un “refuerzo” al menú sea una buena idea, o pedir a la carta.
🗨 La verdad es que comimos muy bien, con dos platos que me parecieron espectaculares: el bacalao y la carbonara. El precio es ajustado y por 35€ me parece una buena relación calidad-precio. Recomendable y para repetir en un futuro no muy lejano, si el médico lo permite.