Nuestra valoración
Como suele ser habitual, juntamos un grupo de amigos (cinco en esta ocasión) para disfrutar de una buena comida, y esta vez el restaurante elegido fue Apyrita.
Para no complicarnos la vida (ni el cerebro con tanta carta), optamos por el menú degustación, que justo habían renovado tras el regreso de las vacaciones. Vamos, fresquito como las gambas que íbamos a probar.
Lo que costó
💶 El precio del menú fue de 51€, pero entre panes, aguas, vinos, quesos y una pequeña propina, la cuenta final ascendió a 93.
Lo que comimos
🍴 El menú empieza con dos snacks: una galleta de lentejas con brandada de bacalao y una crema de melón con mollitas. El segundo, correcto; el primero, muy bueno. Ya empezamos muy bien, buena señal.
SignoCubiertos] Nos preguntaron si queríamos pan y claro, cómo decir que no a eso. Nos trajeron un pan muy rico, acompañado de un aceite de oliva que podría rivalizar con el mejor de los aceites. Solo faltaba que lo sirvieran en copa de cristal.
🍴 El primer entrante propiamente dicho: un par de gambas rojas al ajillo. Deliciosas hasta decir basta, y el caldito que las acompañaba era tan adictivo que uno podría beberlo en chupitos. Plato para pedir sin pensarlo dos veces (ni una).
🍴 Después, llegó la alcachofa con foie y cecina. Sabores muy clásicos, de esos que nunca fallan, y aquí tampoco lo hicieron. Un buen plato, aunque no te caigas de la silla de la emoción.
🍴 Lo mismo se aplica al siguiente: torrezno, queso, espárrago, fruto seco y trufa. Rico, sin duda.
🍴 Tras estas tres entradas, vinieron los principales. El primero: un pescado con salsa de calabaza y unas setas deliciosamente carnosas. Este plato no solo me sorprendió, sino que me encantó. La salsa de calabaza y el pescado se llevaban mejor que cualquier pareja de Instagram.
🍴 El último plato salado fueron albóndigas de la abuela con salsa de frutos rojos. Supongo que eran arándanos, aprovechando que estamos en temporada. La albóndiga, en dos palabras, deli ciosa; la combinación con la salsa, original y que combinaba de forma espectacular. Eso sí, las albóndigas eran algo pequeñas, por lo que creo que una cuarta albóndiga estaría bien para completar el plato.
🍰 Como opción, pedimos un plato de quesos por 6€ adicionales. Estaban muy ricos, pero después del menú no sé si era necesario… aunque uno siempre puede justificar el queso, ¿verdad?
🍰 Pasamos al pre-postre: un carpaccio dulce de calabacín. Se acompañaba de hierbabuena y sésamo. Todos los comensales quedamos encantados y sorprendidos. Porque, sinceramente, ¿quién hubiera imaginado que el calabacín se podría comer así?
🍰 Cerramos el festín con el postre: Choco-latte. Ya lo había probado antes y sigue siendo un éxito asegurado.
🍰 El café lo acompañaron con unas pequeñas galletas que estaban para llevarse a casa en una bolsita.
Lo que bebimos
🍷 Remordimiento (24€), un chardonnay fermentado en barrica de la zona de Jumilla que gustó bastante.
🍷 Quinta Toucedo Pelouro (26€). Un vino Mencía de la Ribeira Sacra y que no gusté, demasiado “áspero”
🍷 Gironauta (37€). Un vino alicantino que, como su nombre indica, está hecho con la uva Giró. Con esta uva solo me gustaban los vinos que hace Pepe Mendoza y el resto me parecían demasiado “rústicos”. Cambio de opinión, me gustó y mucho, la uva sigue sin estar entre mis favoritas, pero me lo pensaré dos veces antes de decir que la Giró no me gusta.
Lo que pensamos
🗨 En resumen, Apyrita ha dado un salto cualitativo muy importante desde la última vez que lo visité. Ya comí bien en aquella ocasión, pero ahora ha sido sobresaliente. La recomendación de la Guía Repsol está más que justificada.
🗨 El menú me parece perfecto en el número de platos y en las cantidades (aunque me faltó una albóndiga 😉). Y ya he comentado, en varias ocasiones, que esos menús interminables con decenas de platos me resultan agotadores, como si estuvieras en un maratón gastronómico.
🗨 La calidad, claro está, se paga. Pero la subida de precios en la hostelería de Alicante me hace pensar si no estamos ya en otra liga. Ahora es complicado comer bien por debajo de 40€, y todo sube más rápido que los cohetes de Elon Musk.
🗨 Eso sí, en un menú que pasa de los 50€, el pan debería venir incluido. No digo que se regale, todo lo que se sirve debe cobrarse, pero yo creo que en un ticket como este, no queda bien…
🗨 Con los vinos sucede algo similar: los precios en Alicante están muy elevados. Acabo de venir de Santander y allí aún encuentras en las cartas un buen puñado de vinos decentes por debajo de los 20€, lo cual es prácticamente un milagro aquí.
🗨 De la carta, mis platos imprescindibles serían las gambas al ajillo, el pescado con calabaza y las albóndigas. Y, por supuesto, el pre-postre, que fue todo un espectáculo.