Nuestra valoración
Tabula Rasa en Alicante, uno de esos poquísimos restaurantes con la distinción “Bib Gourmand” de la Guía Michelin, ¡solo hay dos en toda la ciudad!. Cuando un grupo de amigos decidimos juntarnos para una comida especial, la elección fue obvia. Lo que encontramos allí no fue solo una comida, sino una experiencia gastronómica de primer nivel. Si te digo que salimos levitando, no exagero…. bueno venga, exagero un poco, no soy Santa Teresa.
Lo que comimos
Tabula Rasa ofrece un único menú de degustación, tanto al mediodía como por la noche. En los comentarios profundizaré un poco en el tema, pero el homenaje fue el siguiente.
🍴 Antes de empezar con los snacks nos sirvieron un pan con aceite que estaba delicioso.
🍴 Snacks: Bacalao caldo de puchero y calabaza, Jamón de pato y pan de centeno y Buñuelos morcilla y naranja amarga. Una bienvenida que ya te avisaba del nivel.
🍴 Ajoblanco, Quisquilla Y Huevas de Trucha. Fresco y con un toque marino que te transportaba.
🍴 Coca Amb Tonyina. La tradición alicantina elevada al máximo nivel.
🍴 Soparet Alacantí. Un abrazo cálido en cada cucharada. Sorprendente para los que no somos de Alicante ya que tampoco es un plato fácil de encontrar de los restaurantes.
🍴 Magro Con Tomate “Papada Ibérica”. Un clásico reinventado, meloso y lleno de sabor. Espectacular.
🍴 Arroz a Banda Con Carpaccio de Gamba Roja. Vale, sí, el arroz. No sé si fue mi predisposición, pero me pareció lo más flojo de la comida.
🍰 Cuajada de Crema Catalana Haba Tonka Y Avellana. El broche de oro, un postre delicioso que te dejaba con ganas de más…a pesar de lo que llevabamos.
🍷 Loseco (Viura y Verdejo): Empezamos con este vino de El Barco del Corneta, de La Seca (Valladolid). Una combinación poco común de viura y verdejo que, si bien pierde parte del frescor de la verdejo, gana una complejidad brutal gracias a la viura. Me gustó, y me encantará probarlo dentro de 6 o 8 meses.
🍷 Las llanas de Alegre Valgañón (Rojal, Viura, Garnacha blanca y Calagraño): El siguiente vino, de Fonzaleche, nos sorprendió aún más. ¡Rojal y Calagraño! variedades absolutamente desconocidas para mí. Pero lo mejor es que era de una cosecha antigua, lo que le confería una madurez, una estructura y una amplitud en boca que me enamoraron. Soy fan confeso de esos blancos que “ya no están para beber”, ¡y este era la prueba viviente de por qué!
🍷 Onelis (100% Viura, Crianza): Y cuando pensábamos que no se podía superar, llegó Onelis. Un blanco de Rioja con crianza, monovarietal de viura, ¡que era incluso mejor que el anterior! Con cuerpo, acidez perfecta, estructurado, amplio, complejo, crianza presente, buena persistencia, de esos vinos ideales para comidas de degustación, que deben soportar distintos tipos de platos. Y sí, los blancos con crianza riojanos son unos grandes desconocidos, algo que a los bodegueros les fastidiará, pero a mí, sinceramente, no me parece tan mal 😉
🍷 Spínola Exceptional Harvest: Para rematar la faena, un Ximénez Spínola exceptional harvest que era, simplemente, para llorar de emoción. Magnífico, como todo lo que sale de esta bodega.
Lo que pagamos
💶 La excelencia tiene su precio, y en Tabula Rasa, esta vez la experiencia nos salió a 75€ por persona, todo incluido: desde la comida y el pan hasta las bebidas y los cafés. Siendo uno de los dos únicos restaurantes en Alicante con la distinción “Bib Gourmand” de la Guía Michelin, la relación calidad-precio es uno de sus pilares. La calidad y el mimo en cada detalle justifican sobradamente el coste, ¡y te aseguro que saldrás con una sonrisa de oreja a oreja!
Lo que pensamos
🗨 Tabula Rasa ofrece un único menú de degustación, tanto al mediodía como por la noche. La única ‘pega' (si es que se le puede llamar así) es que, si vas a mediodía, el arroz es innegociable. Por la noche, ni rastro de él. Mi ADN, que parece carecer del gen alicantino que me obliga a comer arroz al mediodía y me lo prohíbe por la noche, se hubiera decantado por un magret de pato, lo confieso. Pero oye, ¡un pequeño defecto personal que no empañó la experiencia global!
🗨 Tabula Rasa no es solo un restaurante, es un santuario de la buena mesa. Desde la amplitud de sus mesas y la confortabilidad de sus sillas, hasta un servicio atento y preocupado por el comensal en todo momento. Y qué decir de su bodega extensa y un servicio del vino dispuesto a mimarnos. La experiencia fue, sencillamente, estupenda y, por tanto, ¡muy muy recomendable!
🗨 Al ser un menú cerrado, no puedo incitarte a pedir un plato específico. Pero sí puedo decirte que la calidad de todos ellos, incluido ese postre delicioso, hace que sea difícil elegir un favorito. Si a eso le sumas un ambiente impecable y esa atención al detalle, solo queda quitarse el sombrero.
🗨 En definitiva, Tabula Rasa es de esos sitios a los que no vas todos los días, pero al que siempre quieres volver. Una experiencia culinaria de cinco estrellas que te invita a dejarte llevar y disfrutar sin reservas. Un 5 sobre 5, ¡sin duda!
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El Podcast
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