Nuestra valoración
Hacía tiempo que no visitaba Alma Cocina Viajera, y aunque no sé si fue hace mucho o poco tiempo, a mí se me hizo eterno. La cocina de Ernesto Frutos tiene ese efecto: una vez la pruebas, muchas otras salidas te parecen un intermedio aburrido. Entre mis problemas de salud y la falta de tiempo, las salidas se han reducido, pero cuando se trata de Ernesto y su “Alma”, siempre hay una excusa para volver. Además, ¿quién puede resistirse a una comida que promete ser un viaje por un universo gastronómico sin salir del plato?
Lo que comimos
Nuestra comida fue un festín de seis platos, mezclando clásicos que no podemos dejar pasar con algunas novedades que nos dejaron boquiabiertos (y con ganas de más). Aquí va el desglose:
🍴 Pan con mantequilla especiada: Empezamos con este acompañamiento básico. ¿El veredicto? La mantequilla especiada estaba rica, pero el pan… digamos que en mi opinión está por debajo del resto del menú, quizás hay que revisar el proveedor…
🍴 Gazpachuelo de jalapeños con gamba de Santa Pola: Ya lo habíamos probado antes, pero sigue siendo un acierto total. Un gazpachuelo suave con ese toque picante justo para despertar las papilas gustativas. La gamba (cruda) le da el remate perfecto.
🍴 Mollejas en escabeche de fresa e hibisco: Aquí llegó uno de los momentos estelares. El escabeche era tan espectacular que nos supo a poco. Literalmente queríamos más… ¡y eso que la ración podría haber incluido tres mollejas y seguiríamos diciendo lo mismo! Si te gusta la casquería o los sabores ácidos, este plato es obligatorio.
🍴 Onglet con mojo de mejillones: Un plato nuevo para nosotros con una presentación impecable. Estaba bueno (porque aquí nada sale mal), pero no fue lo más memorable de la comida. Digamos que es como esa canción del disco que está bien, pero no será tu favorita.
🍴 Ají peruano con Angus y dátiles: Otro plato nuevo que nos dejó encantados. La combinación era delicada y deliciosa, con un equilibrio perfecto entre los sabores dulces y salados. Un espectáculo.
🍴 Bellyxo: Este es nuestro clásico imprescindible en Alma Cocina Viajera. Cada vez que volvemos, pedimos este plato porque nunca decepciona. Ernesto ha ido introduciendo pequeños cambios con el tiempo, pero siempre manteniendo su esencia original.
🍰 Arroz con leche y lemon curd: Cerramos con este postre clásico para nosotros. El lemon curd sustituye la canela tradicional por un toque cítrico fresco y vibrante. No soy fanático del arroz con leche en general, pero este siempre me conquista.
🍷 Para acompañar semejante banquete elegimos un Valdepoleo de Bodegas Pujanza. Como era de esperar viniendo de esta bodega, el vino estuvo a la altura: elegante, equilibrado y perfecto para maridar con los platos creativos de Ernesto.
Lo que pagamos
💶 El menú degustación en marzo de 2025 tenía un precio de €47. Si decides comer a la carta, el precio dependerá de lo que elijas, nosotros nos movimos alrededor de ese precio, pero ya te aviso: aquí la calidad está garantizada y cada euro invertido vale la pena.
Eso sí, si pides pan para mojar las salsas (como hicimos nosotros), añade 2 € más al presupuesto.
Lo que pensamos
🗨 Visitar Alma Cocina Viajera es como reencontrarte con ese amigo viajero que siempre tiene historias nuevas que contarte… Ernesto Frutos demuestra en cada plato su amor por la cocina y sus ganas constantes por mejorar. Desde el nuevo salón decorado hasta detalles como un baño independiente para los clientes (¡gracias por eso!), todo refleja su intención de hacer las cosas bien.
🗨 La carta sigue siendo original y creativa, aunque algunos clásicos permanecen porque los clientes simplemente no los dejamos ir (sí, soy culpable). Pero Ernesto siempre encuentra formas de sorprendernos con platos fuera de carta o nuevas creaciones como esas mollejas inolvidables.
🗨 Destacar cómo ha evolucionado la carta de vinos del restaurante; ahora incluye espumosos, generosos y opciones menos conocidas, pero igual de interesantes. Un salto que parece haber viajado a velocidad warp, como un crucero estelar de la Guerra de las galaxias.
🗨 Eso sí, cada vez resulta más difícil elegir qué pedir por qué las combinaciones antiguas son irrenunciables y las nuevas creaciones nos conquistan al instante. ¿Mi consejo? Ve con hambre… ¡y lleva amigos para compartirlo todo! Alma Cocina Viajera no solo es un restaurante; es una experiencia gastronómica donde cada visita se siente como una pequeña aventura culinaria.
🗨 Ah, y si decides probar esas mollejas o el Bellyxo… prepárate para querer cantarle a Ernesto aquello de I Don't Want to Miss a Thing
Las fotos
El video
Dudé sí grabar un vídeo para documentar esta visita, pero al final decidí no hacerlo. ¿Por qué? Porque editar vídeos consume más horas que hacer un risotto perfecto, y sinceramente, no iba a aportar demasiado de novedoso y preferí limitarme a escribir esta reseña. Os dejo el último que hice que os dará una buena idea de lo que es la esencia de Alma.