Alma Cocina Viajera, ubicado en Alicante, es un restaurante único dirigido por Ernesto Frutos. Ofrece una experiencia culinaria creativa y viajera, con platos que fusionan sabores internacionales. Destaca por su ambiente íntimo, música rock, y una carta de vinos mejorada.
El Laurel Gastrobar, en Playa de San Juan, Alicante, destaca por ofrecer platos de la cocina tradicional española. Con una decoración acogedora y una amplia terraza, combina calidad gastronómica con precios razonables, ideal para disfrutar cerca del mar.
Casa Cantó, en Benissa, ofrece una experiencia gastronómica basada en tradición y calidad. Destacan sus generosas raciones, platos locales como el puchero de pulpo y un delicioso arroz meloso de costilla y calabaza. Con precios razonables, buen servicio y postres para recordar, es un lugar para repetir.
Desde Javier Sanz y Juan Sauquillo se llevaron en Madrid Fusión el premio a la mejor croqueta, su restaurante Cañitas Maite en Casas Ibáñez ha sido una referencia gastronómica. Pero como los buenos chefs no se conforman, han decidido expandirse, y así nace EÑE by Cañitas, su propuesta en el espacio gourmet de El Corte Inglés de Albacete
Casa Carola ofrece un cocido tradicional con un menú de €32 que incluye sopa, garbanzos, carnes, postre y chupitos (vino aparte). La experiencia es satisfactoria pero apresurada, con turnos estrictos.
Marconi de Mercat en Alicante, un restaurante del chef José Antonio Sánchez que ofrece un menú creativo con productos frescos y de temporada. Disfruta de un ambiente luminoso y acogedor, ideal para eventos. Con opciones para compartir y platos principales deliciosos, ¡No te lo pierdas!
Barrazero, situado en el PAU 5 de Alicante, fue de los primeros en aterrizar en la zona, y a los mandos de la cocina tiene a Nanin Pérez, un cocinero con muchísimo talento. Sin embargo, hasta ahora no lo había visitado, una pena, ya que esta primera experiencia ha sido muy positiva, ¡mejor tarde que hambriento!.
Después de una mascletá, decidimos ir a comer a Gema Penalva por su proximidad al lugar del evento, pero sobre todo porque se come de maravilla y nos hacen sentir como en casa. Porque claro, ¿quién no quiere que lo traten como cuando uno va a casa de su abuela?
Cruzar el umbral de Casa Mia Italia es como entrar en una cápsula transportadora a la mismísima Italia. Andrea, el dueño, te recibe con una sonrisa que podría iluminar toda la Costa Blanca y una frase que sonaba a promesa: “Prepárate para una experiencia inmersiva en un trattoria italiana, ¡hasta el agua es de allí!”.
Un grupo de amigos decidimos juntarnos para comer y en esta ocasión el restaurante seleccionado fue Alba, un establecimiento en el que ya habíamos estado anteriormente, del que salimos muy contentos y al que teníamos ganas de volver a visitar lo que fue la excusa perfecta para salir de casa.